¿Las escuchas? ¿A las estrellas?
Son un coro de voces cantándote.
Cantando a esa mirada tuya,
que de ellas, alguna vez, formó parte.
El otro día me pidieron,
que te extendiese bajo su manto,
para que la Luna encuentre en tu sonrisa,
el reflejo de su extraviado cuarto.
Algunas constelaciones cuentan historias de amor,
mientras nosotras vamos haciendo otra en la Tierra,
inmortalizadas quedan las de los griegos,
latiendo sigue la nuestra.
Y mientras todos los astros lloran,
tu pérdida en el firmamento,
en tu estancia en la Tierra,
deja que te ame, mi pedacito de cielo.