Amada mía, tan lejos, tan deseada,
tan grande, tan inalcanzable,
me prometen a ti y me dan una imitación,
y no puedo más que soñarte.
A tantas personas has embaucado,
a mi una más,
cuántas personas habrán dado la vida por ti,
mi preciosa mujer sensual.
Tienes luz en los ojos,
y en tu piel abunda la suavidad,
eres lo que más ansío en este mundo,
mi querida Libertad.
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