Buenos días Mundo

Suenan campanas,

la frágil torre se tambalea,

salen las mujeres a la terraza,

a agitar mantas ajenas.

El granero tiene agujeros,

por los que roban los roedores,

e, inmunes al matarratas,

hacen de si grandes comedores.

Los padres comen bistec,

y visten trajes de seda,

mientras los hijos mueren de hambre,

porque los padres comieron su cena.

Pero los hijos ya lloran,

estos ya despiertan,

hijos del dedo índice se sublevan,

ahora es la ascendencia la que tiembla.

Hijos del dedo índice,

padres de la libertad,

buenos días Mundo,

es hora de despertar.